La promoción del Camino de Santiago está funcionando y se nota en la llegada de peregrinos. El problema es que con las restricciones actuales, la red de albergues es incapaz de absorber una demanda que se ha disparado en las últimas semanas. La falta de plazas de alojamiento obliga a los caminantes a dormir en el suelo o depender de la hospitalidad de los vecinos.
Se juntan dos problemas: la reducción de aforos al 30% y que algunos albergues no han sobrevivido al parón de la pandemia y siguen cerrados. Los responsables de estos alojamientos han solicitado a la Xunta que los aforos se eleven, al menos, al 50%. El presidente de la Asociación Gallega de Albergues privados (Agalber), Miguel Ángel Rodríguez, califica la situación de «caos» y asegura que ya habían advertido de que esto podía ocurrir.
Las rutas más colapsadas son la francesa y la portuguesa. Los peregrinos fuerzan el paso y realizan hasta dos etapas en un día, partiendo de madrugada, para intentar encontrar un hueco. También están a rebosar otros alojamientos, como hostales y hoteles, por lo que se ven obligados a dormir en la calle o a depender de la hospitalidad de los vecinos. Es el caso de Diego, un peregrino que ha contado su experiencia a la Cadena SER. Realiza el tramo gallego con un amigo y han tenido que pasar la noche en una casa particular . «Tuvimos la suerte de que nos dejaron dormir en un sótano y lo que está haciendo todo el mundo es madrugar muchísimo e ir prácticamente corriendo», señala. Este joven denuncia el estrés que esto provoca y la mala imagen que se traslada del camino.
Los peregrinos reclaman que se habiliten otras infraestructuras, por ejemplo, pabellones. También el ejecutivo local de Santiago, destino de todos los caminantes, reclama a la Xunta una solución.
La Xunta rechaza ampliar aforos
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo reconoce que se están produciendo situaciones de colapso y lamenta esta situación, pero asegura que es algo puntual, coincidiendo con la semana grande del Xacobeo, y que no se puede aumentar el porcentaje de aforos. «No lo podemos corregir; no podemos liberalizar los aforos en los albergues, porque no cumpliríamos los protocolos«, ha dicho.
