La red de carreteras del Imperio Romano era una maravillosa obra de ingeniería que conectaba vastas regiones del mundo. Gracias a fuentes históricas como la Tabula Peutingeriana y el Itinerario de Antonino, podemos trazar las rutas que los viajeros romanos tomarían desde la majestuosa Roma hasta lugares tan distantes como Assegonia o Aseconia, en lo que hoy es Santiago de Compostela.

OmnesViae, un planificador de rutas basado en datos históricos y una herramienta para entender las antiguas redes de comunicación, nos proporciona una visión detallada de cómo sería este viaje.

Assegonia, en la actual Compostela

Assegonia, también conocida como Aseconia, era un asentamiento romano ubicado en lo que hoy es Santiago de Compostela, específicamente en el área cercana a la catedral.

Este antiguo asentamiento es conocido a través de varias obras clásicas que lo mencionan como una «mansio», un término que se refiere a una parada oficial en una calzada romana. Estas mansiones eran mantenidas por el gobierno central de Roma y servían como puntos de descanso para oficiales romanos, comerciantes y otros viajeros a lo largo de sus travesías por el Imperio Romano. Con el tiempo, estas mansiones se adaptaron para acomodar a viajeros de todas las clases sociales, e incluso podían recibir al emperador en sus estancias.

En muchos sentidos, estas mansiones pueden ser consideradas predecesoras de las posadas, los paradores y las ventas (hoy muchos serían Airbnb), así como de los establecimientos en las rutas comerciales.

La gestión y supervisión de estas mansiones estaba a cargo de un oficial conocido como mansionarius.

Para dirigirse a Assegonia, partiendo de Roma, la capital del Imperio, los viajeros se dirigirían hacia el norte siguiendo la Vía Flaminia, una importante ruta que conducía a la región de la Galia Cisalpina. Desde allí, tomarían la Vía Aemilia hasta llegar a la ciudad de Génova, un puerto crucial en la costa norte del mar Tirreno.

Continuando su camino hacia el noroeste, los viajeros pasarían por importantes ciudades como Pisa y Lucca, antes de alcanzar Massa Carrara. Desde este punto, la ruta se adentraría en los Alpes Apuanos, una cadena montañosa desafiante pero vital para llegar a la región de Liguria.

Una vez cruzados los Alpes, los viajeros seguirían hacia el noroeste, pasando por ciudades como Parma y Placentia, antes de llegar a la región de Emilia-Romaña. Desde aquí, la Vía Aemilia Scauri llevaría a los viajeros a través de importantes ciudades como Bolonia y Módena, una encrucijada esencial en el camino hacia el norte de Italia.

Una vez en Torino (Avgvsta Tavrinorvm), esta especie de Google Maps de la época romana nos lleva hacia Grenoble (Cvlabone) y Lión (Lvgdvno capvt Galliarvm) hacia el oeste, continuando hacia Toulouse (Tolosa) en el Sur antes de adentrarse en la Península Ibérica y continuar por prácticamente el mismo itinerario que marca el Camino de Santiago francés, desde Saint-Jean-Pied-de-Port pasando por Pamplona (Pompelone), Victoria Gastéiz (Seussatio), Briviesca (Virovesca), Carrión de los Condes (Lacobrigam), Astorga (Asturica) y Ponferrada (Interamnio Fluvio) antes de iniciar su incursión en Gallaecia con parada en Ponte Neviae (Becerreá), Luco Augusti (Lugo) y Brevis (Melide) para llegar finalmente a Assegonia, en lo que hoy es Santiago de Compostela.

Fuente: El Correo Gallego

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