Cada fin de semana que pasa el número de peregrinos que llegan a Santiago va en aumento. Así, en la mañana del domingo se volvió a alcanzar un nuevo récord de entrega de Compostelas, con 626 credenciales que se otorgaron en la Oficina de Acogida al Peregrino de Carretas. Una cifra que supera de la jornada anterior, en la que se rozaron los seiscientos diplomas, lo que supone que durante el fin de semana se alcanzaron las 1.200 Compostelas.

Una jornada más, se repitieron las colas en la sede de Carretas, donde se entregan las credenciales y los peregrinos esperaron bajo un sol de justicia su turno, respetando la distancia de seguridad y con la mascarilla. También el ambiente jacobeo se hizo notar en la plaza del Obradoiro, donde grupos y peregrinos celebraban la conclusión del Camino con muestras de cariño y fotografías. Poco a poco, pero con paso seguro, la Ruta Jacobea vuelve a llenarse de caminantes y bicigrinos que quieren ganar el jubileo en este Año Santo. Por ahora, siguen predominando los peregrinos nacionales y todavía se está lejos de alcanzar las cifras anteriores a la pandemia, pero la gente vuelve a tener ilusión por hacer el Camino de Santiago.

Además, se volvieron a repetir las esperas para entrar en la Catedral por la Puerta Santa y visitar la cripta del Apóstol Santiago. La Basílica compostelana sigue teniendo mucho tirón entre los turistas, que están ansiosos por contemplarla por primera vez o disfrutar de su nuevo aspecto, tras haber sido restaurada y lucir espectacular.

En un día con mucho calor, en donde se volvieron a superar los treinta grados de temperatura, muchos buscaron refugio en las terrazas, que estuvieron muy concurridas en zonas como Porta Faxeira, las plazas de A Quintana o San Agustín y la rúa de A Raíña. Y es que con unas cañas fresquitas o unos helados el bochorno se lleva un poco mejor. Tampoco faltaron las degustaciones de productos típicos como el pulpo o el queso de tetilla.

Fuente: El Correo Gallego

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