La magia del Camino no acaba en Santiago de Compostela. Desde tiempos inmemoriales, son muchos los peregrinos que deciden prolongar su Ruta y llegar hasta uno de los lugares más mágicos del planeta: el Finisterrae o ‘Fin de la Tierra’.

El Camino a Fisterra es una ruta milenaria que se remonta a civilizaciones prehistóricas, que continuó con los celtas y que fue asimilada por el cristianismo. Nace de la tradición de caminar hacia el oeste, siguiendo el movimiento del sol, para descubrir los límites del mundo conocido. Fisterra es uno de esos puntos mágicos en los que el sol es engullido por el océano, creando una atmósfera muy mágica y llena de espiritualidad.

Se dice que una vez el peregrino llega a Fisterra, tiene que cumplir con tres ritos:

  • De purificación, con un baño en la playa de Langosteira.

  • Muerte, deshaciendose de algo material

  • Resurreción, contemplando la espectacular puesta de sol en los acantilados del cabo Fisterra.

¿Qué simboliza la bota del peregrino?

Se trata de un pequeño monumento en bronce, una bota de peregrino sobre una roca en el mismo Cabo Finisterre. Originalmente eran dos botas juntas, pero una la robaron. El monumento hace referencia a la ancestral tradición de los peregrinos de quemar las ropas usadas en la peregrinación y dejar las botas

Esperamos que este artículo os seá de utilidad si quereís conocer un poco más sobre la historia del Camino.

Podéis dejarnos vuestros comentarios con vuestras experiencias.

¡¡Buen Camino Peregrinos!!

 

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